Mientras continúa su paseo, puede descubrir el Cementerio Israelita de Faro, que constituye el único registro de la comunidad judía establecida en la ciudad entre principios del siglo XIX y principios del siglo XX. Luego, diríjase a la Iglesia do Carmo, que destaca por su fachada barroca pintada de amarillo y blanco, con grandes torres, y donde puede visitar la Capela dos Ossos (Capilla de los Huesos).
De hecho, Faro es una ciudad con un envidiable patrimonio arquitectónico. Hay muchas ermitas, palacios y casas señoriales que adornan las calles de la ciudad. En cada paso descubrirá un edificio nuevo, un detalle arquitectónico o un escudo que cuenta la historia del lugar. Tan pronto como salga del Hotel Faro, en el Jardim Manuel Bivar, el quiosco del siglo XIX y el edificio del Banco de Portugal, con su fachada de inspiración islámica, deleitarán la vista. Si prefiere un paseo fuera del centro de la ciudad, le sugerimos que tome un Tuk-Tuk hasta la Ermida de Santo António do Alto y visite el Palácio Fialho, un imponente edificio de 1913 que alberga el Colégio de Nossa Senhora do Alto. También puede tomar un Tuk-Tuk hasta la localidad de Estoi y visitar las Ruinas Romanas de Milreu.
Y si después de este itinerario sugerido por el Hotel Faro, todavía no está convencido, descubra los grandes eventos que Faro ofrece a lo largo del año. Música, danza, teatro, cine, gastronomía... ¡la elección es suya! Faro es una ciudad con vida durante todo el año.